Capacitación

Existen numerosas métodos para adquirir y desarrollar competencias con diferente grado de eficacia según el entorno, las características del individuo y las propias competencias a desarrollar. Por ejemplo, la formación en el aula se muestra útil para  la adquisición de algunos conocimientos teóricos pero es muy poco eficaz para el desarrollo de algunas competencias como el liderazgo o la orientación al cliente. El coaching o la exposición controlada a ciertas experiencias de trabajo son frecuentemente más eficaces en este terreno, aunque requieren un esfuerzo mayor de la organización que la inscripción en un cursillo de formación.
Si preguntásemos a un grupo de líderes de éxito sobre sus experiencias mas destacadas y eficaces para su desarrollo profesional, es poco probable que mencionasen los cursos a los que hayan asistido. Probablemente la mayoría hablarían de una combinación  de experiencias, tales como:

• la asignación un trabajo especial,
• la participación en algún equipo o comité, en algún proyecto multifuncional o internacional.
• el feedback sistemático y bien estructurado de sus jefes
• la delegación de autoridad para resolver un problema
• la participación en algún ejercicio de simulación de situaciones profesionales.

En efecto, puede que estos recursos de desarrollo profesional exijan un esfuerzo superior al de la participación en un seminario, pero son frecuentemente son mucho mas eficaces que una sesión teórica en un aula.